Decidirán si será destituido formalmente de su cargo por intento fallido de declarar la ley marcial.
El suspendido presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, enfrenta su audiencia final en el Tribunal Constitucional este martes antes de que los jueces decidan si será destituido formalmente de su cargo por su intento fallido de declarar la ley marcial. La breve interrupción del gobierno civil dejó al país gobernado democráticamente en un escenario de caos político. Yoon fue destituido de su cargo en diciembre por el parlamento.
Yoon, de 64 años, estuvo ausente del tribunal el martes, donde ha afrontado semanas de tensas audiencias ante jueces del tribunal superior. Al comienzo del proceso, la defensa de Yoon citó una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de 2024 para argumentar que el presidente acusado no podía ser castigado por “ejercer sus poderes constitucionales”.
El fallo, relativo al presidente saliente Donald Trump, “debería considerarse en el contexto de un proceso de juicio político”, dijo el abogado de Yoon, Lee Dong-chan. En respuesta, el abogado de la oposición, Lee Gum-gyu, hizo una emotiva declaración sobre su hijo, un soldado en servicio activo, que dijo tendría que participar en la ley marcial de Yoon.
“Como ciudadano y como padre, siento un sentimiento de ira y traición hacia Yoon, quien intentó convertir a mi hijo en un soldado de la ley marcial”, dijo al tribunal. Tras la audiencia del martes, los ocho jueces deberán decidir en privado el destino del líder objeto de un proceso de impeachment. Los analistas esperan una decisión a mediados de marzo.
Fuera del tribunal, los manifestantes pro-Yoon criticaron el proceso de impeachment. Si se aprueba el impeachment, Corea del Sur tendrá que celebrar nuevas elecciones presidenciales dentro de 60 días.
Yoon declaró la ley marcial el 3 de diciembre, pero la medida permaneció en vigor sólo durante seis horas. El decreto fue revocado por el Parlamento luego de que los diputados lograron ingresar a la sede legislativa, pese a que el presidente envió militares para bloquear el acceso.
El presidente suspendido ha estado en prisión desde su arresto en enero por cargos de insurrección, que podrían conllevar una sentencia de cadena perpetua o la pena de muerte. El juicio por estos cargos comenzó la semana pasada.
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