Maduro culpa a TikTok e Instagram de las protestas contra su reelección en Venezuela

Presidente venezolano afirmó que las plataformas digitales son responsables de la creciente división y violencia en el país.

Una semana después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela declarara la reelección de Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos, el país se encuentra en medio de protestas impugnando el resultado. La oposición y la comunidad internacional cuestionan la legitimidad de las elecciones, generando un clima de tensión. En respuesta, Maduro criticó las redes sociales TikTok e Instagram, acusándolas de fomentar el odio y el fascismo entre los ciudadanos. Durante un evento en honor a la Guardia Nacional Bolivariana, el presidente venezolano afirmó que las plataformas digitales son responsables de la creciente división y violencia en el país. Curiosamente, él mismo tiene millones de seguidores en estas redes, lo que genera interrogantes sobre su relación con estos medios de comunicación.

La situación de los periodistas en Venezuela ha empeorado, con un aumento significativo de ataques y acoso. Recientemente, dos profesionales de la prensa fueron objeto de acusaciones en las redes sociales, mientras que la periodista Dayana Krays fue detenida bajo acusaciones de “promover el odio”. Además, el acceso al Wall Street Journal fue bloqueado tras la publicación de un artículo de la líder de la oposición María Corina Machado. Durante las manifestaciones hubo denuncias de detenciones de periodistas, así como amenazas y acoso a estos profesionales. Un periodista resultó herido durante las protestas y requirió cirugía por sus heridas. Estos incidentes ponen de relieve la creciente hostilidad que enfrenta la prensa en el país.

La represión también se ha extendido a los periodistas extranjeros, y recientemente se han producido deportaciones. Un periodista español y dos chilenos fueron detenidos y expulsados ​​de Venezuela, poniendo en evidencia la falta de libertad de expresión. La ONG Reporteros sin Fronteras ya había advertido sobre la censura impuesta a los medios de comunicación internacionales en el país, reforzando la preocupación sobre la situación de la libertad de prensa en Venezuela.