Por Javiera Briones Ortega
Astrónomos de la Universidad de Toronto (Canadá) lograron rastrear el origen de la señal de radio más intensa jamás registrada, conocida como RBFLOAT (Radio Brightest Flash Of All Time). El destello, detectado en mayo de este año, corresponde a una ráfaga rápida de radio (FRB), fenómenos extremadamente energéticos que provienen de lugares distantes del universo y cuya naturaleza aún intriga a la ciencia.
El hallazgo sorprendió a los expertos porque la señal no provino de una región lejana e inalcanzable, sino de un punto “relativamente cercano” a la Vía Láctea: las afueras de la galaxia NGC 4141, ubicada a unos 130 millones de años luz en la constelación de la Osa Mayor.
Según los cálculos, la emisión se concentró en una zona de apenas 45 años luz de diámetro, un tamaño comparable al de un cúmulo estelar (conjunto de estrellas). Para graficar su magnitud, los astrónomos explicaron que fue como distinguir una uñeta de guitarra a más de 1.000 kilómetros de distancia.
“Cósmicamente hablando, esta ráfaga rápida de radio está justo en nuestro vecindario”, señaló Kiyoshi Masui, profesor asociado de física en el MIT y exalumno de la Universidad de Toronto. “Esto significa que tenemos la oportunidad de estudiar una FRB bastante normal con un detalle exquisito”, agregó.
La intensidad de RBFLOAT se explica por su cercanía relativa a nuestra galaxia. Aunque duró apenas una quinta parte de un segundo, fue suficiente para convertirse en la señal más brillante registrada hasta la fecha.
La localización de esta se logró gracias a la combinación de instrumentos avanzados: el telescopio CHIME (Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment), complementado por el sistema FRB Outrigger, junto a observaciones adicionales del telescopio espacial James Webb.
Con estos datos, los astrónomos esperan avanzar en el estudio de las FRB, aún consideradas uno de los mayores misterios del cosmos. “Determinar su ubicación promete marcar el comienzo de una nueva era de descubrimientos, permitiendo rastrear el verdadero origen de estas enigmáticas señales”, destacó el comunicado de la universidad.
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