El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, planteó la necesidad de abordar con “realismo” la situación de la inmigración irregular en Chile, especialmente por su impacto en la disponibilidad de mano de obra para el sector agrícola. Según señaló, el país no cuenta con suficiente fuerza laboral para cubrir las exigencias de las labores del campo, lo que ha llevado a una creciente dependencia de trabajadores migrantes.
“El sector agrícola es muy intensivo en mano de obra. Genera un millón de empleo en forma directa y un porcentaje muy importante de trabajadores en forma indirecta. Esos trabajadores que trabajan en forma indirecta son muchas empresas que le dan servicio a la agricultura”, afirmó en entrevista con Radio Pauta.
Walker detalló que la cadena agrícola requiere aproximadamente de un millón y medio de personas, entre empleos directos e indirectos, para sostener exportaciones que alcanzan los US$13.500 millones anuales.
Ejemplificó con la temporada de cerezas: “Viene una cosecha de cereza de 140 millones de cajas, donde vamos a necesitar 350 mil personas, venimos saliendo tres meses de podas que es otra labor muy intensiva en mano de obra, tenemos los ajustes de carga, otra labor muy intensiva en mano de obra. Después tenemos que procesar y embalar todos esos productos, que son las labores que hacen los packings, donde también son muy intensivos en mano de obra”.
En ese sentido, recalcó que “no tenemos la fuerza laboral agrícola nacional para realizar todas esas labores agrícolas que demanda la agricultura. Y por eso los países, no solamente Chile, porque este es un fenómeno global, necesitan a los inmigrantes. Y este tema de los inmigrantes es un tema global”. Walker cifró la magnitud del fenómeno. “Más de 200 millones de personas en el mundo se trasladan de un país a otro a buscar nuevas fuentes de trabajo. ¿Qué ocurre en Chile? Que salieron más de un millón y medio de personas en Chile a trabajar al mundo, y Chile ya tiene el 10% de su población que son inmigrantes, o sea, cerca de dos millones de personas son inmigrantes”. “Tenemos un porcentaje de ellos alto -ayer lo conversábamos el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM)- que son ilegales. Y ahí hay un número no determinado, pero creemos que hay cerca de 800 mil personas en Chile que son inmigrantes ilegales, irregulares o que entraron con visa de turista, se fueron y se quedaron trabajando”, dijo. Por eso, el ex ministro de Agricultura se mostró partidario de aplicar procesos de regularización con criterios claros.
“Nosotros en el gobierno anterior hicimos dos programas de regularización de inmigrantes, acotados, para evitar el efecto llamado. Había que tener una vinculación familiar, laboral, había que tener papeles de antecedentes limpios”, recordó. Y agregó: “Sé lo que estoy diciendo, es muy poco popular, y nos faltan los que dicen, ‘ah, los empresarios están pensando en sus intereses’. No, acá hay un tema humanitario brutalmente complejo”.
Para Walker, la solución pasa por “un proceso serio de decir, señor, los que entraron a Chile con visa de turista y se quedaron en Chile y tienen papeles de antecedentes limpios, tienen una vinculación familiar o laboral, demos la posibilidad de regularizarse”. Destacó además que “hay 200 mil personas inmigrantes que se acercaron a decir, ‘señor Estado de Chile, yo entré con visa de turista y estoy trabajando en Chile’. Porque acuérdense que hablamos en un momento de autodenunciarse (…) y decir, ‘yo estoy en Chile en forma irregular y quiero regularizarme porque estoy trabajando, porque tengo un vínculo familiar, porque me he portado muy bien, ayúdeme a hacerlo'”.
Share this content: