En la comuna de Penco se desarrolló una reunión clave entre los alcaldes de Penco, Tomé y Florida junto a la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), instancia que culminó con la implementación de la Asociación Preventiva de Incendios Forestales del Gran Concepción.
El objetivo de la nueva entidad es coordinar esfuerzos municipales, articular con Conaf, Bomberos, Senapred y ministerios sectoriales, y convertirse en un espacio de colaboración público–privada para reducir la vulnerabilidad frente al fuego. Como primer paso, los tres alcaldes acordaron enviar una carta conjunta al Ministerio del Interior y al Ministerio del Medio Ambiente, solicitando que se reconsidere la prohibición de quemas técnicas en zonas de interfaz urbano–forestal impuesta por los Planes de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA), vigente desde hace seis años en diez comunas del Biobío.
El oficio será dirigido al subsecretario del Interior, Víctor Ramos Muñoz, con copia al Delegado Presidencial Regional del Biobío, a quien también pedirán apoyo territorial. Desde el año 2019, diez comunas de la región —Lota, Coronel, San Pedro de la Paz, Hualqui, Chiguayante, Concepción, Penco, Tomé, Hualpén y Talcahuano— están bajo restricciones que impiden reducir material vegetal mediante quemas controladas. Este escenario ha provocado la acumulación de miles de toneladas de biomasa fina muerta, disponible para arder, lo que constituye un combustible de alta peligrosidad frente a determinadas condiciones meteorológicas.
Los antecedentes internacionales refuerzan la alerta: tanto Europa como Estados Unidos han registrado temporadas de incendios cada vez más largas, destructivas y de difícil control, incluso con sistemas de emergencia avanzados.
El mapa de simulación presentado por CORMA expone que un incendio iniciado en una de las tres comunas del Gran Concepción puede propagarse rápidamente hacia las otras, dada la continuidad del combustible acumulado y la interconexión territorial.
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