Exsubdere y jefe de asesores de La Moneda no concurrió a comisión investigadora por Caso Convenios.
Ayer volvió a sesionar la comisión investigadora que indaga las responsabilidades políticas por posibles irregularidades en el traspaso de recursos públicos del Estado a organizaciones sin fines de lucro, más conocido como Caso Convenios, y en la instancia el Gobierno recibió un duro golpe.
En esta oportunidad compareció el controlador de la República, Jorge Bermúdez, quien se refirió a dos grandes polémicas y puso en duda la argumentación que ha desplegado el Gobierno en los últimos días: Primero, la inasistencia del jefe de los asesores de La Moneda, Miguel Crispi a la comisión investigadora la semana pasada y también, al rol que jugó la directora de Presupuesto (Dipres), Javiera Martínez, en los controles del traspaso de recursos.
En dicha ocasión, el Gobierno se escudó en que ya se entregó toda información al Ministerio Público y que el jefe de los asesores es un trabajador a honorarios – y no de planta – por lo que no sería un funcionario público y no tendría la obligación de asistir a la instancia.
El contralor aseguró que “en un Estado democrático, uno de los principios fundamentales es rendir cuenta. No sólo significa dar cuenta cómo se están gastando los recursos públicos, significa dar razón, justificar la decisiones y las actuaciones que una autoridad pública toma, cualquier persona en un Estado democrático tiene el deber de rendir cuentas, independiente de la denominación del cargo. Esa es la regla general”.
“Hay distintos mecanismos de control, uno de esos es una comisión investigadora que tiene legitimación democrática, que ni el contralor ni los otros funcionarios tienen, uno tiene que tener una deferencia en esta entidad”, agregó.
Ahora, la Contraloría dará el tiempo para que Miguel Crispi explique por qué no tendría que comparecer ante la comisión antes de emitir el dictamen.
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