Quilaco cuenta con nueva infraestructura de accesibilidad universal gracias a alianza público-privada 

En una concurrida y aplaudida ceremonia, la Municipalidad de Quilaco inauguró las obras de conservación y mejoramiento de su edificio consistorial, proyecto que marca un avance concreto hacia una infraestructura pública más cercana y funcional para todas las personas.

Esta iniciativa fue diseñada al alero de la alianza “Energía que deja Huella”, que reúne al municipio, la empresa Colbún y a la Fundación Huella Local.  Para su materialización, en tanto, se accedió a 600 millones de pesos del Gobierno Regional del Biobío, provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).

Gracias a esta articulación y al apalancamiento de recursos, se logró la intervención de 1.226 m², incluyendo 918 m² de remozamiento y 308 m² de nueva construcción. Las obras contemplaron mejoras relevantes, como la optimización del sistema de evacuación de aguas lluvia, trabajos en aleros, el refuerzo de la aislación térmica del edificio, el recambio de ventanas por sistema termopanel, además de la reposición de estucos y pintura.

Uno de los hitos más valorados en la ceremonia fue la inauguración de la nueva rampa de acceso al segundo nivel del edificio, una estructura largamente esperada por la comunidad y que ahora permite el desplazamiento entre distintos niveles del municipio a personas con discapacidad o movilidad reducida. Junto a esta obra de accesibilidad, se incorporaron adecuaciones en vanos de puertas, oficinas y servicios higiénicos, asegurando un uso más cómodo, seguro e inclusivo de los espacios municipales.

“Estamos muy contentos y agradecidos, porque el Gobierno Regional nos ha apoyado en una labor muy importante para la comuna. Esta obra no es sólo una estructura de hormigón o una rampa: es una intervención que entrega dignidad y mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad y, por supuesto, de nuestros adultos mayores. (…) Cuando se construye con dignidad, crece el país y crecemos todos en unión; por eso valoramos este proyecto”, sostuvo Pablo Urrutia, alcalde de la Municipalidad de Quilaco.

En la misma línea, el jefe de Comunidades Centrales Biobío Cordillera de Colbún, Pedro Poblete, reconoció “estamos muy contentos y orgullos de ver que se materializada una obra que contempló el mejoramiento de todo el edificio consistorial, y además que agrega esta rampa de acceso inclusivo, que permite que todas las personas con un grado de discapacidad, también tengan acceso a los servicios públicos y ser atendidos por el alcalde, eso es precisamente es lo que el alcalde de Quilaco, Pablo Urrutia, ha promovido como dignidad y nosotros hemos apoyado”.

Sobre el trabajo que se desarrolla para apoyar una cartera de proyectos en municipios pequeños en el marco del programa “Energía que deja Huella”, Poblete indicó que “aquí hay un Estado, a través del Gobierno Regional que aporta los recursos, pero hay un tema muy importante con los municipios chicos, que no logran gestionar una cartera de proyectos para presentar y conseguir los recursos y nosotros detectamos esta dificultad y nos dimos cuenta que era un lugar donde había espacio para poder colaborar, de la mano de la Fundación Huella local, y lograr entre todos que estos proyectos lleguen a todas las comunas más pequeñas  como Quilaco y otras de nuestra cordillera”.

Junto con modernizar una edificación fundamental para la vida comunal, este hito consolidó una visión de desarrollo centrada en las personas, en la que los espacios públicos se conciben para incluir y garantizar que ningún habitante quede al margen de su derecho a acceder a los servicios municipales. Esta obra, además, es uno de los tantos aportes impulsados por la alianza “Energía que deja Huella”, que desde 2018 articula a la empresa Colbún, Fundación Huella Local y a cinco municipios de la provincia de Biobío, como Santa Bárbara, Quilleco, Alto Biobío, Antuco y Quilaco.