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Localizan 52 fuentes de malos olores producto de faenas industriales en Ñuble

A la fecha la Seremi de Medio Ambiente (SMA) de Ñuble, mantiene 846 denuncias históricas derivadas de la generación de olores, principalmente desde planteles porcinos, avícolas, lecheros, sitios de disposición de residuos sólidos e industriales, aplicación de guanos como fertilizante, mataderos, ferias ganaderas o plantas de tratamiento de aguas servidas.

Lo anterior lo explican en la repartición considerando que es en los meses finales de cada año, y hasta el inicio del otoño, que las denuncias por malos olores suelen ser frecuentes en la región y ya hubo, hace dos semanas, un par de episodios notorios en Chillán, lo que encendió la preocupación en parte de la comunidad local.

Por lo mismo, aclaran que como entidad fiscalizadora ya suman un histórico, desde 2012 a la fecha, de 1.732 expedientes indagatorios, incluyendo acciones cursadas a partir de 166 denuncias recibidas este 2025.

Una de las herramientas que han utilizado en los últimos años, en conjunto con la Superintendencia de Medio Ambiente de Ñuble, es la confección de un mapa que georreferencia 52 fuentes de potenciales malos olores en la región.

De ellos, los que más procedimientos sancionatorios han generado son  Chillán (39), San Carlos (17), Chillán Viejo (12), Bulnes (7) y Coihueco (4).

Les siguen Cobquecura, El Carmen, Pemuco, Quillón y Trehuaco, con dos procedimientos cada uno, mientras que con un caso figuran Coelemu, Quirihue, Ránquil, San Fabián, San Ignacio y Yungay.

En tanto, los rubros que más expedientes han generado son la agroindustria (765), equipamiento (329), forestal (271) y saneamiento ambiental (124), los que en aproximadamente un 20% de los casos terminan con sanciones.

El seremi del Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, apunta a un reforzamiento del trabajo territorial, con campañas educativas promoviendo el uso de buenas prácticas operacionales, la preferencia por tecnologías limpias y mecanismos de comunicación directa con las comunidades.

“Un ejemplo de ello es el Seminario de Gestión de Olores realizado en Chillán, con la participación de la academia, los gremios del sector agroindustrial y la ciudadanía, donde se difundió esta nueva norma, también las nuevas innovaciones tecnológicas en el país y las propuestas regionales relacionadas a la disminución de este tipo de impactos” explica.

Actualmente, la seremi de Energía también impulsa la innovación como mecanismo de colaboración comunal para reducir este tipo de contaminación.

Se trata de un proyecto piloto para la producción de gas natural con la utilización de los gases de proyectos agroindustriales, en especial con desechos animales, lo que por una parte serviría para disminuir la emisión de olores, y por otra, el aprovechamiento del recurso en materias productivas.

Y como tercer elemento constituyente en la efectividad de la fiscalización y detección de fuentes contaminantes, desde Medio Ambiente destacan la difusión de mensajes orientados a la denuncia responsable y oportuna de eventos de olor, a través de los canales oficiales de la SMA y las plataformas regionales de atención ciudadana, a fin de formalizar esas situaciones y se puedan tomar acciones para mejorar la situación.

“El olor es una forma de contaminación invisible, pero profundamente sentida por las comunidades. En Ñuble estamos trabajando coordinadamente con la Superintendencia del Medio Ambiente para dar seguimiento a cada denuncia, fortalecer la fiscalización y avanzar en justicia ambiental. Si bien los procesos sancionatorios pueden ser largos, las sanciones son ejemplares y buscan siempre mejorar la calidad de vida de nuestra población”, afirmó Rivas.

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