Con aproximadamente el 91% de los votos escrutados, el partido Libertad Avanza ha conseguido aproximadamente el 40% de los votos y se espera que obtenga 64 escaños en la Cámara de Diputados.
El partido Libertad Avanza del presidente argentino Javier Milei obtuvo una contundente victoria en las elecciones legislativas celebradas este domingo, consolidando su posición como la principal fuerza política del país. Con aproximadamente el 91% de los votos escrutados, el partido obtuvo aproximadamente el 40% de los votos y se espera que obtenga 64 escaños en la Cámara de Diputados. El peronismo, unido bajo la bandera de Forza Patria, obtuvo aproximadamente el 24% de los votos y 31 escaños.
En total, 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado estaban en juego. En el Senado, el partido oficialista lidera en seis de las ocho provincias donde se disputaron escaños, lo que debería ampliar su influencia en la cámara.
La votación se caracterizó por una baja participación: aproximadamente el 66% de los votantes acudió a las urnas, la tasa más baja desde el regreso de la democracia en 1983. Por primera vez, el país utilizó un sistema de papeleta única, lo que aumentó los tiempos de espera en algunos lugares, pero sin incidentes significativos.
Milei mantuvo un tono discreto al votar por la mañana en Buenos Aires. Tras votar, se retiró al Hotel Libertador, donde observó el recuento de votos junto a sus aliados. El ambiente entre los simpatizantes era eufórico, ya que el resultado fortaleció al gobierno tras meses marcados por el desgaste político y las críticas a la agenda económica.
El progreso legislativo se considera crucial para Milei. Desde que asumió el cargo, algunas de sus propuestas de austeridad y reforma han encontrado resistencia en el Congreso, que incluso ha anulado vetos presidenciales en áreas como educación y salud. Con la ampliación de su bancada y la posibilidad de alianzas con el PRO del expresidente Mauricio Macri, el gobierno debería tener más margen para aprobar medidas y evitar la derrota.
La victoria también representa un revés para el peronismo, que llegó a las elecciones dividido y debilitado. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, principal líder de la oposición, declaró tras votar que sigue dispuesto a dialogar con el gobierno, pero criticó la falta de contacto por parte de la Casa Rosada.
El resultado consolida el papel de las elecciones como indicador de la gestión de Milei, quien se encuentra en la mitad de su mandato con una inflación en desaceleración tras un duro ajuste fiscal y el firme apoyo del gobierno estadounidense para evitar desequilibrios cambiarios en las últimas semanas. Con el nuevo equilibrio de poder en la legislatura, el presidente argentino debería tener un escenario más favorable para impulsar sus planes económicos y políticos durante los próximos dos años.
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