El pasado 3 de octubre se presentaron los resultados del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial 2025 (ILIA), un instrumento que mide qué tan desarrollados y avanzados se encuentran en el uso de la IA 19 países de América Latina. El informe se dio a conocer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (CENIA).
El ILIA indica, a través de tres categorías, el nivel de desarrollo de la IA en los distintos países: pioneros, adoptantes y exploradores. Para su medición, consideró factores como, la consolidación de infraestructura tecnológica, la adopción de esta herramienta en el sector público y privado, la inversión que se le destina, sus avances en conectividad, entre otros.
El escenario que presenta cada país es diverso. Mientras algunos crecen en innovación y potencian el ámbito tecnológico, otros, en cambio, se ven afectados por limitaciones estructurales que afectan sus oportunidades de crecimiento. Entender este suceso es primordial para comprender el futuro de la región.
En esta tercera edición, los países que se consolidaron como líderes fueron Chile, Brasil y Uruguay, los cuales se ubicaron en el grupo de pioneros gracias a su creciente progreso con las herramientas tecnológicas. En tanto, naciones como Colombia, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana están en el grupo de adoptantes, el cual representa una etapa intermedia. Por el contrario, más de un tercio de países se encuentran en la categoría de exploradores, debido a sus capacidades limitadas que impiden la implementación y el desarrollo de soluciones tecnologicas propias.
Las diferencias en la incorporación de la inteligencia artificial en cada país no solo establecen brechas entre ellos, además afectan otros aspectos relacionados a la vida cotidiana, como lo son la educación, salud, el trabajo y los servicios públicos. Según el secretario ejecutivo de CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs mencionó que “la inteligencia artificial puede convertirse en un motor para superar las trampas del desarrollo en América a Latina y el Caribe”.
Su aplicación podría mejorar, por ejemplo, la democratización del acceso a la educación y la salud, promover la equidad de género, ayudar a reducir la contaminación ambiental y modernizar las naciones para volverlas más eficientes.
El panorama de la IA en Chile
Nuestro país por tercer año consecutivo obtuvo uno de los lugares más altos en la medición, con un puntaje de 70,5, lo cual se debe principalmente a las fortalezas estructurales que posee en infraestructura tecnológica, ya que dispone de buena conectividad y tiene consolidado un sistema de investigación para la generación de políticas de inteligencia artificial. También, se reconoce en el informe que Chile tiene una gobernanza sólida en relación al cuidado de los datos personales. Sin embargo, igual señala que el principal desafío para el país es la adopción en el sector productivo.
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