El movimiento sísmico destruyó edificios en Cebú, dejó decenas de heridos y movilizó equipos de rescate para buscar a personas desaparecidas.
Un terremoto de magnitud 6,9 sacudió el centro de Filipinas, dejando al menos 69 muertos, según un balance actualizado el miércoles (1) por las autoridades. El sismo se produjo el martes por la noche, con epicentro en el norte de la isla de Cebú, cerca de la ciudad de Bogo, con una población de unos 90.000 habitantes. Los hospitales estaban desbordados con decenas de heridos. En el Hospital Provincial de Cebú, los pacientes fueron atendidos al aire libre como medida de precaución, ya que se registraron cientos de réplicas durante la noche. Los equipos también estaban trasladando los cuerpos en camionetas a las morgues locales.
“Muchas personas quedaron atrapadas entre los escombros”, declaró Rafaelito Alejandro, subdirector de la Defensa Civil, al anunciar el creciente número de muertos. Los relatos de los sobrevivientes revelan la magnitud de la tragedia. Richard Guion, de 39 años, fue rescatado con el brazo vendado junto con su esposa, quien se fracturó el pie. El hijo de 17 años de la pareja escapó porque se encontraba fuera de la casa en el momento del derrumbe. “Cuando ocurrió, lo llamé. Por suerte, no me escuchó y se quedó afuera”, dijo.
La ciudad de Bogo fue la más afectada, con 30 muertos y más de 180 heridos. Se confirmaron otras 39 muertes en municipios vecinos. Imágenes compartidas por residentes muestran, por ejemplo, el derrumbe del campanario de una iglesia en la isla de Bantayan. “Escuché un fuerte estruendo y vi caer rocas. Por suerte, nadie resultó herido”, dijo Martham Pacilan, de 25 años.
En la capital provincial, Cebú, a 100 km del epicentro, los edificios también sufrieron daños. Jayford Maranga, de 21 años, se refugió bajo la mesa de un restaurante cuando se derrumbó parte del techo metálico de un centro comercial. “Fue como si la Tierra dejara de girar”, dijo. Los equipos de rescate luchan contra la oscuridad y las más de 370 réplicas. “Puede que haya personas atrapadas bajo los escombros en San Remigio y Bogo, pero aún no sabemos cuántas”, dijo Wilson Ramos, funcionario provincial de rescate. El gobierno local solicitó refuerzos médicos voluntarios.
Un bombero de San Fernando describió la intensidad del temblor: “Vimos cómo nuestro armario se movía de un lado a otro. Nos quedamos atónitos, pero estamos bien”, dijo Joey Leeguid. Filipinas se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región de intensa actividad sísmica que se extiende desde Japón hasta el Sudeste Asiático y llega hasta la costa oeste de América, donde los terremotos son frecuentes.
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