Por Javiera Briones Ortega.
Durante este miércoles, la NASA lanzó un observatorio al espacio diseñado para poder estudiar, explorar y mapear el clima espacial y los límites e impacto en el sistema solar. Se trata de la sonda IMAP (Sonda de Mapeo y Aceleración Interestelar), junto con otras dos misiones de viaje compartido: el Observatorio Carruthers Geocorona de la NASA y el Observatorio de Clima Espacial de Seguimiento en Lagrange 1 (SWFO-L1) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El despegue de las misiones tuvo lugar a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, el cual se llevó a cabo a las 11.30 UTC desde el Complejo de Lanzamiento 39ª del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, según informó la agencia espacial.
La nave espacial IMAP estudiará cómo la energía y las partículas del Sol interactúan con la heliosfera -una enorme burbuja protectora de espacio que rodea nuestro sistema solar- para comprender mejor el clima espacial, la radiación cósmica y sus impactos en la Tierra y en los exploradores espaciales humanos y robóticos.
Por ello, la NASA en su blog oficial explica que este estudio ayuda a los científicos a entender cómo es la Tierra en el espacio y cómo llegó a ser habitable, por lo tanto, trazará un mapa de los límites y estudiará cómo la heliosfera interactúa con “el vecindario galáctico local que está más allá”.
Asimismo, IMAP creará un mapa de la amplia gama de partículas, polvo, luz ultravioleta y campos magnéticos en el espacio interplanetario gracias a sus diez instrumentos científicos, a fin de investigar la energización de las partículas con carga eléctrica provenientes del Sol y su interacción con el espacio interestelar.
Por otro lado, el Observatorio Carruthers Geocorona observará la capa atmosférica más externa de la Tierra, la exosfera. Tomará imágenes del tenue resplandor de luz ultravioleta de esta región, llamada geocorona, para comprender mejor cómo el clima espacial impacta nuestro planeta.
De igual manera, la otra nave que acompaña la misión, SWFO-L1, monitoreará el clima espacial y detectará tormentas solares con antelación, sirviendo como un faro de alerta temprana para condiciones climáticas espaciales potencialmente disruptivas, ayudando a proteger la infraestructura crítica de la Tierra y las industrias que dependen de la tecnología.
Así, la nave espacial y sus dos vehículos compartidos orbitarán aproximadamente a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, orientados hacia el Sol en un punto conocido como Punto Lagrange 1.
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