Detienen a banda de prestamistas en el Gran Concepción
15 personas de nacionalidad colombiana: Aplicaban interés superior del 20% a sus víctimas.
En ferias o pequeños comercios se buscaba gente que de forma urgente necesitara dinero y les ofrecían un crédito que podía pagarse en cuotas pequeñas diarias o semanales Si no las convencían en un primer momento, les daban una tarjeta. Si la víctima aceptaba, había un cobro con una tasa de interés del 20% y si se atrasaba, comenzaba el hostigamiento que llegaba a la intimidación.
Así operaba una banda de prestamistas que fue detenida en un operativo del OS9 de Carabineros y que permitió la detención de 15 personas de nacionalidad colombiana. La organización criminal operaba a tres niveles y en otras regiones, incluso el líder estaba en Colombia.
El fiscal Mario Elgueta, fiscal de Análisis Criminal, detalló que “investigamos durante mucho tiempo la existencia de una agrupación de personas que se dedicaban básicamente a la usa y a la extorsión de pequeños comerciantes en Concepción y alrededores, pero que después fuimos ampliando a distintas regiones del país”.
“Ellos entregaban volantes, tarjetas donde ofrecían estos créditos informales de $100 mil con una tasa de un 20% . Entregan el préstamos, se comprometen con pagos diarios o semanales con estas víctimas y empieza un sistema de hostigamiento permanente, que raya en la intimidación. Las personas la llaman una, dos, diez veces en el día, los van a ver, los persiguen, los atosigan a quienes no pueden pagar. Y como no pueden pagar, reciben -incluso- un segundo préstamos por parte de la organización y se genera una verdadera bicicleta. Tenemos víctimas con hasta ocho créditos simultáneos, precisamente, para poder pagar el primer o de los créditos”, añadió el fiscal.
Por cada $100 mil, eran $20 mil de interés , por cada $400 mil eran $40 mil, y así se iban ajustando.
Desde el Ministerio Público se indicó que no se partió por las víctimas en esta indagatoria, pero que sí hay interceptaciones telefónicas que permitieron dar con los antecedentes. Luego de la formalización de cargos, se iniciará la entrevista con las víctimas, las que aún no han sido contabilizadas.
La organización criminal tenía una aplicación de contabilidad que les permitía ubicar a las víctimas, georreferenciarlas y saber cuántas cuotas tenían pagadas. Esa aplicación la tenían en sus celulares. Además, operaban en tres niveles: los líderes, supervisores y los recolectores; estos últimos cobraban la mensualidad.
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