Por Edgardo Sandoval Sánchez.
Lo ocurrido en la noche del 20 de agosto de 2025 no es algo que se olvidará fácilmente. El partido disputado entre la Universidad de Chile e Independiente, por los octavos de final de la Copa Sudamericana, terminó con graves incidentes y agresiones en el sector donde se ubicaba la hinchada azul.
Los días siguientes a la tragedia Michael Clark, presidente de la “U”, se dedicó a velar por la liberación del centenar de hinchas encarcelados y la recuperación de los aficionados que sufrieron lesiones.
Durante esta semana, y una vez superada la contingencia, los dirigentes de ambos equipos hicieron sus descargos en la sede de la Conmebol, en Paraguay. Ambas escuadras intentarán conseguir el pase a la siguiente ronda de la competición y apuestan por diversos argumentos para lograr su cometido.
Juan Ramón Correa, abogado representante de la Universidad de Chile, se refirió a la exposición comentando que “fue una audiencia como la esperábamos, donde cada una de las parte pudo dar sus argumentos, estamos confiados en el trabajo que hemos hecho y que es el correcto. Esperamos que Conmebol se pronuncie”.
La postura de Azul Azul es clara y el trabajo de los representantes que se encuentran en Paraguay es convencer a la Confederación de que su criterio es el correcto. “Cuando el partido terminó la U estaba clasificada a los cuartos de final”, sentenció Correa.
La postura de Independiente
Néstor Grindetti, presidente del Club Atlético Independiente, ha dejado clara su intención de obtener el pase a la siguiente etapa del certamen, y su alegato ante la Conmebol no fue la excepción. “Debemos subrayar que el partido se canceló exclusivamente por la violencia de la parcialidad visitante. Así lo acreditan los informes del árbitro, del delegado de Conmebol y de las fuerzas de seguridad”, declaró el mandamás.
Los hinchas locales apuntan a la barra de la “U” como los responsables de los desmanes. Según relataron a los medios argentinos, los objetos arrojados desde la locación de los azules impactaron a varias personas que se encontraban en el sector de la hinchada roja, desencadenando la posterior trifulca.
Posibles escenarios y desenlace
Las opciones para resolver el conflicto son variadas. Se ha planteado la opción de que la Universidad de Chile avance a la siguiente ronda de forma directa, en base a la responsabilidad de resguardar la seguridad de los hinchas por parte de Independiente, club encargado de la organización del evento. De suceder esto, la escuadra “Bullanguera” enfrentaría al Club Alianza Lima.
Otra alternativa expuesta, es que se disputen los minutos restantes del partido en un estadio neutral y sin público alguno. De esta forma, se podría definir la llave en cancha y concretar una forma de justicia deportiva.
Lo cierto es que, a pesar de los rumores y las posturas divididas, el fallo oficial por parte de la Conmebol debería pronunciarse durante esta semana y así cerrar este oscuro capítulo para el fútbol sudamericano.
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