Y abrió flanco en el Partido Republicano.
La aprobación de la reforma previsional en enero de este año introdujo una cotización adicional 7% con cargo al empleador, que ya aportaba un 1,5% para el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).
De ese 8,5% total un 1,5% va como “préstamo al Estado”. El resto se reparte en 4,5% a la cuenta individual y 2,5% al Seguro Social.
Es precisamente el “préstamo al Estado” -o “aporte con rentabilidad protegida”- el que ha generado debate en los últimos días, por una propuesta de la candidatura de José Antonio Kast: la de eliminarlo. ¿El nudo de la discusión? Este préstamo tiene por objetivo financiar el Beneficio por Años Cotizados (BAC) que mejora las pensiones actuales y las de quienes se jubilen en los próximos años: 0,1 UF por año cotizado, con tope de 25 años.
Para acceder, se exige un mínimo de años de cotización: al inicio 10 años para mujeres y 20 para hombres. Luego el requisito de mujeres subirá gradualmente a 15. Estos recursos, cabe destacar, serán administrados por el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP).
El préstamo permite inyectar recursos inmediatos para subir las pensiones actuales, y el Estado reconoce la deuda con los cotizantes a través del Bono de Seguridad Previsional, que devuelve cuando ellos jubilen.
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