Funcionarios estadounidenses viajan a Rusia para discutir el alto el fuego en Ucrania

Una negación de Moscú podría sacudir la relación entre Vladimir Putin y Donald Trump.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el miércoles recién pasado, que enviará negociadores a Rusia, en medio de presiones sobre Moscú para que acepte, como ya lo hizo Kiev, su propuesta de un alto el fuego de 30 días en la guerra en Ucrania. Trump dice que espera que su homólogo ruso, Vladimir Putin, apoye el plan, pero ha evitado detallar qué haría si se lo denegaran.

Moscú, por su parte, aún no ha hecho comentarios y dice que está esperando detalles. “Una conversación telefónica al más alto nivel” entre Trump y Putin es posible “a muy corto plazo”, dijo a la prensa el portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov. A principios de este mes, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso calificó de “inaceptable” una tregua temporal.

El presidente estadounidense dijo que probablemente “hablaría” con Putin esta semana. Mientras tanto, enviará negociadores a Rusia “ahora mismo”. La Casa Blanca dijo que el enviado Steve Witkoff viajaría a Moscú esta semana. La propuesta de alto el fuego se forjó en las conversaciones del martes en Arabia Saudita entre funcionarios ucranianos y estadounidenses después de más de tres años de guerra.

La reunión puso fin a las tensiones entre Kiev y Washington tras el enfrentamiento entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y Trump en la Casa Blanca. El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, para quien “la pelota está ahora en la cancha de los rusos”, espera “con impaciencia” la respuesta de Moscú.

“Si la respuesta es sí, entonces sabemos que hemos logrado un progreso real y que existe una oportunidad real para la paz”. Si la respuesta es “no”, Rusia “dejará claras sus intenciones”, dijo Rubio el miércoles. Zelensky dijo que no “confía” en Moscú. “Rusia debe responder”, dijo en una conferencia de prensa. Además, pidió a Estados Unidos que tome medidas “enérgicas” en caso de una negativa rusa y aclaró que las garantías de seguridad que Kiev exige a sus aliados occidentales se discutirán “con más detalle” una vez que la tregua esté en vigor.

Los europeos, que actualmente están excluidos de las negociaciones con Kiev y Moscú, instaron conjuntamente a Rusia a pronunciarse. También pidieron nuevamente garantías de seguridad para disuadir a Rusia de lanzar un nuevo ataque. En las calles de Kiev, la propuesta tuvo una acogida tibia. “La idea es buena, pero creo que Rusia nunca la aceptará”, declaró a la AFP Roman Dunayevskiy.

En Kramatorsk, cerca del frente en el Donbass, un oficial ucraniano también cree que los rusos continuarán con sus ataques, incluso en el caso de un alto el fuego. Una desconfianza similar existe entre los moscovitas consultados por AFP. Anna Kozlova, funcionaria penitenciaria rusa, cree que una tregua permitirá a Ucrania “rearmarse”. “Y la guerra volverá”, subrayó.

Bajo ‘presión’ en Kursk
La respuesta positiva de Ucrania a la propuesta llevó a Washington a anunciar la reanudación de la ayuda militar y la transmisión de información de inteligencia a Kiev. Según Polonia, el miércoles los envíos de material militar estadounidense a través del centro logístico de Jasionka “volvieron a los niveles anteriores”.

Sobre el terreno, las fuerzas ucranianas llevan varios días retirándose de la región administrativa de Kursk, en Rusia, que invadieron en agosto de 2024. Si pierde estos territorios en Kursk, Kiev se quedará sin su moneda de cambio en posibles negociaciones de paz con Rusia, que ocupa el 20% de Ucrania.

Zelensky dijo el miércoles que las tropas rusas estaban “claramente tratando de aplicar la máxima presión” sobre el contingente ucraniano en Kursk, aunque no anunció ninguna retirada. El jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Syrskyi, ordenó el lunes refuerzos a la región.

Al mismo tiempo, continúan los bombardeos en Ucrania. En Odessa (sur), un misil balístico ruso mató a cuatro personas el martes por la noche y dañó un buque de carga con bandera de Barbados, según las autoridades ucranianas. Pero Kiev también está intensificando la presión militar. Tras el mayor ataque con drones contra Moscú desde el inicio del conflicto, el Ministerio de Defensa ruso dijo el jueves que sus defensas derribaron 77 drones ucranianos lanzados hacia su territorio.