Volkswagen vende fábrica en China sospechosa de violar los derechos humanos.

La automotriz alemana justificó la venta como parte de un reajuste estratégico y razones económicas.

Volkswagen, junto con SAIC Motor, anunció la venta de una de sus fábricas en China, ubicada en la región de Xinjiang. Esta decisión generó polémica por acusaciones de violaciones de derechos humanos relacionadas con la persecución de las minorías uigures, principalmente trabajos forzados.

La transacción se llevó a cabo con el Centro de Inspección de Vehículos Motorizados de Shanghai, que es una subsidiaria de Shanghai Lingang Economic Development.

El fabricante de automóviles alemán justificó la venta como parte de un reajuste estratégico y mencionó que la decisión estuvo motivada por razones económicas.

Sin embargo, los detalles financieros del acuerdo no fueron revelados. A pesar de la venta, la empresa conjunta SAIC Volkswagen todavía tiene cuatro fábricas operativas en China. El año anterior, Volkswagen enfrentó presiones de inversores y autoridades gubernamentales, lo que la llevó a realizar una auditoría en su fábrica de Xinjiang.

Los resultados de esta auditoría no indicaron la presencia de abusos contra los derechos humanos. Sin embargo, la empresa recibió nuevas acusaciones sobre trabajo forzoso en una pista de prueba separada, que fueron desmentidas de inmediato.