Rusia dice que Estados Unidos inflama el conflicto al permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance

Coincidieron con el anuncio de Kiev de un nuevo ataque ruso contra la ciudad de Odessa, en el Mar que mató a ocho personas e hirió a 18 hoy lunes.

Este lunes, el Kremlin acusó al presidente estadounidense Joe Biden de alimentar la guerra en Ucrania al permitir que Kiev utilizara misiles de largo alcance suministrados por Washington para atacar objetivos dentro de Rusia. Los comentarios de Moscú coincidieron con el anuncio de Kiev de un nuevo ataque ruso a la ciudad portuaria de Odessa, en el Mar Negro, que mató a ocho personas e hirió a 18 el lunes, tras los bombardeos a gran escala del fin de semana contra la infraestructura energética del país.

En un cambio de estrategia pocas semanas antes de la toma de posesión de Donald Trump, una fuente de alto rango del gobierno estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo el domingo que Estados Unidos ha autorizado a Ucrania a atacar a Rusia con sus misiles de largo alcance. Con la decisión, Estados Unidos añade “más leña al fuego”, advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

De confirmarse oficialmente, la autorización conduciría a “una situación fundamentalmente nueva en cuanto a la participación de Estados Unidos en este conflicto”, añadió el portavoz. Estados Unidos “ha dado luz verde al uso de misiles de largo alcance”, declaró el domingo a la AFP un alto funcionario del gobierno estadounidense, confirmando informaciones de The New York Times y The Washington Post según las cuales la medida fue adoptada en respuesta a enviar tropas norcoreanas para ayudar a Moscú.

Según Kiev, casi 11.000 soldados norcoreanos se encuentran en Rusia y han comenzado a combatir en la región rusa de Kursk, parcialmente controlada por tropas ucranianas. El demócrata Biden aceptó la petición de Kiev poco antes de abandonar la Casa Blanca y del regreso del republicano Trump, feroz crítico de la ayuda estadounidense a Ucrania. Kiev lleva mucho tiempo pidiendo autorización para utilizar armas occidentales de largo alcance para atacar bases desde las que Rusia lanza sus bombardeos y también para contrarrestar el avance de las tropas rusas en el este.

Los países de la OTAN se mostraron reacios a aceptar la solicitud por temor a una escalada del conflicto. Sin embargo, este lunes, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, reafirmó en Bruselas que su Gobierno no descarta la posibilidad de utilizar sus misiles de largo alcance. “Declaramos que es una opción que consideraríamos si permitiéramos ataques contra objetivos desde los cuales Rusia ataca el territorio de Ucrania”, declaró ante una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE.

El ex primer ministro británico Boris Johnson pidió a Reino Unido y Francia que autoricen a Ucrania a utilizar estas armas estratégicas, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. “Debería haberse hecho hace 18 meses”, dijo Johnson sobre el cambio estratégico de Washington en una entrevista con la radio France Inter.

China pide paz en Ucrania
China, que se presenta como parte neutral en la guerra entre Rusia y Ucrania, a pesar de ser un importante aliado político y económico de Moscú, pidió “un rápido alto el fuego y una solución política”. “Lo más urgente es hacer que la situación se calme lo más rápido posible”, afirmó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, acogió con cautela el anuncio de la fuente estadounidense el domingo.

“Hoy muchos medios de comunicación informan que hemos recibido autorización para tomar las medidas adecuadas”, dijo. “Pero los ataques no se llevan a cabo con palabras. Estas cosas no se anuncian”, afirmó, antes de añadir que “los misiles hablarán por sí solos”. Los misiles, con un alcance de varios cientos de kilómetros, permitirían a Ucrania atacar los centros logísticos del ejército ruso y sus bases de despegue de bombarderos.

Inicialmente se suponía que los misiles ATACMS suministrados por Estados Unidos se utilizarían en la región fronteriza rusa de Kursk, donde se enviaron soldados norcoreanos para ayudar a las tropas rusas, según The New York Times. La decisión fue revelada pocas horas después de un bombardeo ruso a gran escala de instalaciones del sector energético ucraniano. Los ataques provocaron al menos 11 muertos y obligaron al país a anunciar cortes de energía este lunes. La crisis energética se produce apenas unas semanas antes del inicio del invierno en el hemisferio norte.