Tendencias
Fatiga cognitiva: ¿Por qué pensar mucho nos cansa?
Pensar mucho durante largos períodos de tiempo es agotador, pero se desconoce exactamente por qué ocurre esta ‘fatiga cognitiva’. Ahora, un equipo de investigadores en París cree haber encontrado la respuesta. En un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology, informan que el trabajo mental intenso altera el metabolismo cerebral al causar la acumulación de un neurotransmisor en la corteza prefrontal llamado glutamato.
La causa de la fatiga cognitiva
La fatiga cognitiva se ha explicado de varias maneras a lo largo de los años, con una hipótesis popular que establece que es un sentimiento generado por el cerebro que lo lleva a realizar un análisis de costo-beneficio, lo que resulta en que una persona detenga la tarea agotadora actual y cambie a algo más gratificante. Como tal, se puede pensar en la fatiga cognitiva como una especie de «ilusión», pero los nuevos hallazgos sugieren un mecanismo biológico.
El doctor en neurociencia cognitiva Antonius Wiehler y sus colegas utilizaron una técnica de imagen llamada espectroscopia de resonancia magnética para monitorear los niveles de glutamato y sus metabolitos en 40 participantes mientras realizaban tareas cognitivas de alta o baja demanda durante el día. Esto implicó mirar una serie de letras rojas y verdes que se mostraban en una pantalla de computadora en rápida sucesión y decidir si cada una era igual o diferente a la anterior.
Los participantes se dividieron en dos grupos, para realizar una versión difícil y fácil de la tarea, con el nivel de dificultad dependiendo del tiempo entre las letras y la cantidad de cambios en la secuencia. Todos ellos realizaron la misma tarea repetidamente durante un período de más de seis horas. La versión difícil requería retener grandes cantidades de información en la memoria de trabajo, por lo que quienes la realizaban experimentaban más fatiga cognitiva.
Entre los ensayos, los investigadores midieron la fatiga cognitiva pidiendo a los participantes que tomaran decisiones simples, como si les gustaría recibir una pequeña cantidad de dinero de inmediato o una mayor después, suponiendo que la fatiga cognitiva reduciría su autocontrol para que que son más impulsivos.
Descubrieron que aquellos que realizaron la versión difícil de la tarea eran un poco más impulsivos. Los escáneres revelaron que esto también se asoció con un aumento del 8 % en los niveles de glutamato en la corteza prefrontal lateral, que es bien conocida por desempeñar un papel importante en la recompensa y la toma de decisiones. Este aumento no se observó en los participantes que realizaron la versión fácil de la tarea.
No hay nada que podamos hacer, excepto descansar
Los hallazgos sugieren que el esfuerzo mental y la fatiga cognitiva conducen a una acumulación de glutamato en la corteza prefrontal lateral. Esto alteraría el metabolismo cerebral para que se dedique más energía a restaurar las concentraciones adecuadas de glutamato y menos a tareas no esenciales, como pensar, lo que lleva a acciones que requieren menos esfuerzo y decisiones impulsivas que conducen a recompensas a corto plazo.
Sin embargo, el estudio tiene limitaciones: el tamaño de la muestra de 40 participantes es muy pequeño y la espectroscopia de resonancia magnética no es lo suficientemente sensible para distinguir entre el glutamato y las moléculas relacionadas, como su precursor glutamina.
Incluso si los hallazgos se mantienen, tendrían pocas aplicaciones prácticas, si es que tienen alguna, más allá, tal vez, de ayudar a detectar la fatiga mental severa.
La excitotoxicidad del glutamato es un mecanismo bien conocido de muerte celular que está implicado en el accidente cerebrovascular, la epilepsia y otras afecciones, pero el glutamato es el neurotransmisor más abundante en el cerebro, por lo que no es factible como diana farmacológica.
En cuanto a la fatiga mental, el mejor tratamiento, independientemente de la causa, es tomar descansos regulares y dormir bien.
Fuente: grandesmedios.com