Regional
Preocupación en Ñuble por déficit de más del 40% en los caudales de sus principales ríos
Acorde a lo informado por el Seremi de Obras Públicas, el déficit hidrológico actual alcanza el 30,5%.
En los últimos años, la Región de Ñuble ha vivido una disminución de precipitaciones existentes en la zona, esto ha desencadenado una disminución de la oferta superficial que se encuentra disponible en las cuencas del territorio.
Lo anterior afecta directamente uno de los ejes más importantes de la economía local, como la agricultura. En base a esto, los dirigentes de las Juntas de Vigilancia de los ríos de la región han cuantificado el déficit mencionado, el que actualmente ronda el 50% con respecto al estado normal de las cuencas de la zona.
Bajo este contexto, el Seremi de Obras Públicas, Paulo De la Fuente, al ser consultado a la actual situación que se vive en Ñuble, explicó que “de acuerdo al informe de la situación hidrométrica de Ñuble emitido mensualmente por nuestra Dirección General de Aguas, la Región de Ñuble presenta un déficit hídrico de un 14,9% para el periodo abril 2022 – febrero 2023, y para el mes de febrero 2023, presenta un déficit de 30,5%. En ambos casos, comparado con el promedio estadístico para igual periodo o mes”, señaló.
Adicionalmente, respecto a datos de años anteriores, si se compara el año hidrológico comprendido entre abril 2021 – febrero 2022, con el periodo hidrológico que va comprendido entre abril 2022 – febrero 2023. “Este último periodo hidrológico presenta un superávit de 63,8% y si se compara exclusivamente el mes de febrero 2023 respecto de febrero 2022, este año presenta un superávit de 14,1% para dicho mes, en promedio en la región”, detalló la autoridad regional.
El ingeniero de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Salvador Salgado, indicó al respecto que “los caudales en la presente temporada de riego no dan más que cuenta de la mega sequía sobre los ríos y su disponibilidad del recurso hídrico, con déficit por sobre el 40%, principalmente en los meses de mayor demanda: diciembre, enero y febrero, cuando la agricultura hace más intensivo su requerimiento en torno a los recursos hídricos”, comentó.